Desde las entrañas del volcán

Desde las entrañas del volcán
Blog-experimento. Espacio onírico. Utopía en proceso de construcción. Soy comunicadora audiovisual, guionista, escritora, feminista, militante de lo colectivo, artista, activista, anticapitalista y hechicera de la revolución. Colaboro con varias publicaciones y me apunto a un bombardeo. Para propuestas amorosas y proyectos contacta conmigo: garcialopez.alejandra@gmail.com

jueves, 18 de diciembre de 2014

Un pene con uñas

Collage de Dani MF



Documentándome para un nuevo proyecto sobre escritura y sexualidad que sacaré muy pronto he dado con un interesante artículo. En él se explica de manera científica en qué momento de la historia los hombres perdieron las espinas que tenían en el pene y que conservan la mayoría de los mamíferos macho. 

Otrora los penes humanos estaban recubiertos de espinas de queratina. Algo parecido a las uñas. Sí, un pene lleno de uñas para que se agarrara bien a la vagina. De esta manera se conseguía desechar el esperma de los competidores e irritar a las hembras para propiciar la ovulación. 

Ahora que se llevan las uñas de todos los colores, con toda clase de dibujitos horteras y cuanto más largas mejor –porque así se asimilan más a las que aparecen en el porno- me pregunto si acaso los hombres con espinas tipo uñas en el pene también las adornarían con florituras para ir más a la moda. El hipster decoraría sus uñas con pequeños bigotitos de colores pantone. El macho ibérico las adornaría con el escudo de su equipo de futbol o le pondría alerones. El del PP se dibujaría la famosísima gaviota. El progre pasaría de las uñas porque estaría muy ocupado leyendo con una mano el manifiesto comunista mientras con la otra sostiene el último ejemplar del playboy. 

Quizás ha sido la pérdida de esas espinas uñosas o uñas espinosas que tenían en el pene nuestros antepasados, y no la apropiación de las armas al descubrir el fuego y el metal, lo que ha favorecido la dominación del hombre sobre la mujer. A falta de uñas para irritar a las hembras en el momento del coito buenas son dos hostias para mantener el orden. Un estudio realizado por científicos de las universidades de Standford y Pensilvania ha revelado que esta característica desapareció en el hombre con un fragmento de ADN que se eliminó durante nuestra evolución. Los investigadores también han identificado una región del genoma que ha permitido que el cerebro se expandiera. 

La conclusión es que las espinas del pene humano han desaparecido porque tenían dos opciones: desarrollar un pene extrapotente o desarrollar el pensamiento. Por lo que sabemos esta cuestión sigue abierta para los hombres contemporáneos: mucho pene y poca cabeza o al revés. Ustedes eligen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario