Desde las entrañas del volcán

Desde las entrañas del volcán
Blog-experimento. Espacio onírico. Utopía en proceso de construcción. Soy comunicadora audiovisual, guionista, escritora, feminista, militante de lo colectivo, artista, activista, anticapitalista y hechicera de la revolución. Colaboro con varias publicaciones y me apunto a un bombardeo. Para propuestas amorosas y proyectos contacta conmigo: garcialopez.alejandra@gmail.com

lunes, 14 de noviembre de 2011

Bacanal

 
Danza de las bacantes, Salvador Tuset
CELDA. INTERIOR. NOCHE                                           
                                                                           
          DIONISOS(30) atractivo y de cuerpo fibroso, está encadenado      
          a la pared de la celda. Furioso intenta zafarse bajo la          
          mirada penetrante de PENTEO(36) que le observa tras las          
          rejas.                                                           
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    No hay lugar para ti ni para tus                       
                    cultos en Tebas, Dionisos...                           
                                                                           
          PENTEO pasea acariciando con su bastón los barrotes de la        
          celda, haciendo ruido a su paso, de un lado al otro.             
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    Convocar a las mujeres en el monte                     
                    para tus orgías es verdaderamente                      
                    depravado...y no lo consentiré como                    
                    ya te había advertido...                               
                                                                           
          DIONISOS forcejea con las cadenas, sin éxito.                    
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    Pobre Dionisos, que se cree dios                       
                    del vino...no tienes nada que                          
                    hacer...soy el rey...                                  
                                                                           
                              DIONISOS                                     
                    Las mujeres son libres de hacer lo                     
                    que quieran...son libres para                          
                    seguirme...                                            
                                                                           
          PENTEO parece enfurecido.                                        
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    ¡Guardias! ¡Abrid la puerta!                           
                                                                           
          Dos GUARDIAS abren la puerta de la celda y PENTEO  entra con     
          paso firme. Se acerca desafiante a DIONISOS y se agacha para     
          quedar a la altura de sus ojos. Le agarra por el cuello con      
          fuerza mientras habla, asfixiándole                              
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    Las mujeres dejan de ser libres en                     
                    el momento en que beben ese vino                       
                    que les das...las enloquece, las                       
                    convierte en fieras en celo que no                     
                    quieren más corromper a los hombres                    
                    con el acto sexual...Mi madre no te                    
                    seguiría si estuviera en plenas                        
                    facultades...                                          
                                                                           
          El rostro de DIONISOS se enrojece y sus ojos se hacen            
          grandes y brillantes.                                            
                                                                           
PENTEO                                       
                    Las mujeres de Tebas son mías. Me                      
                    pertenecen...Y mi madre también.                       
                                                                           
          Finalmente, suelta el cuello de DIONISOS que da una gran         
          bocanada de aire, bajo la mirada orgullosa del rey.              
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    Así aprenderás quién manda                             
                    aquí...¿O quieres que vuelva a                         
                    demostrártelo?                                         
                                                                           
          PENTEO le mira desafiante. DIONISOS coge aire y escupe sobre     
          el rostro del rey un gran chorro de vino tinto. Acto seguido     
          estalla en una carcajada.                                        
                                                                           
          PENTEO respira de forma entrecortada. Sus ojos se llenan de      
          furia y le tiembla el pulso.                                     
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    ¡Maldito seas! Te arrepentirás de                      
                    lo que has hecho...acabaré contigo                     
                    al alba...contigo y con tu vino                        
                    endemoniado...¡Guardias!                               
                                                                           
          Los GUARDIAS vuelven a abrirle la puerta a PENTEO y le           
          ofrecen una tela con la que limpiar las manchas de vino que      
          cubren su rostro. PENTEO se frota el vino de la cara pero        
          parece haberle quemado la piel.                                  
                                                                           
                              DIONISOS                                     
                    Quien teme al vino es porque algo                      
                    esconde, Penteo...ten cuidado con                      
                    lo que temes...                                        
                                                                           
          Los GUARDIAS vuelven a cerrar la puerta y escoltan a PENTEO      
          escaleras arriba.                                                
                                                                           
          .................................................................
                                                                        
          DIONISOS observa sus muñecas adornadas con las cadenas. Se       
          lleva la muñeca derecha a la boca y muerde fuertemente,          
          haciéndose un gran corte. De la herida empieza a brotar vino     
          tinto a borbotones. DIONISOS sonríe poseído y bebe al mismo      
          tiempo. De pronto, de las muñecas, comienzas a crecer            
          robustas cepas de vid que rompen las cadenas. DIONISO se         
          pone de pie y se dirige a la pequeña ventana de la celda         
          cubierta con barrotes. Agarra los barrotes y la vid lo           
          envuélve, rompiéndolos.                                          
                                                                           
          Finalmente, se asoma y observa un grupo de MUJERES(20-50) en     
          corro, esperándole bajo la celda. Las MUJERES  van vestidas      
          con piel de corzo y llevan en la mano tirsos, un palo            
          coronado con una piña. En medio del corro hay un montón de       
hojas de vid que hacen de colchón para amortiguar su caída.      
          Las MUJERES alaban a DIONISOS cantando a tres voces.             
                                                                           
                              MUJERES                                      
                    ¡Evohé!, ¡Evohé!, ¡Evohé!                              
                                                                           
                                                                           
          MONTE. EXTERIOR. NOCHE                                           
                                                                           
          En la cima de la montaña hay una hoguera rodeada de MUJERES.     
          Unas tocan el aulós, otras timbales y tambores, entonando        
          una melodía estridente y caótica.                                
                                                                           
          A un lado yace DIONISOS, coronado con vid, sobre unas pieles     
          contemplando la escena. A su lado, ÁGAVE(50) le da uvas y        
          rellena su copa de vino.                                         
                                                                           
                              ÁGAVE                                        
                    Penteo es un inconsciente...aunque                     
                    sea mi hijo merece morir...                            
                                                                           
                              DIONISOS                                     
                    Tranquila Ágave...su destino                           
                    acabará con él...                                      
                                                                           
          DIONISOS contempla a las mujeres al ritmo del ditirambo,         
          dando palmadas. Las MUJERES  cubiertas con diminutas pieles      
          danzan alredor de la hoguera moviendo sus tirsos y sus           
          cabeza arriba y abajo.                                           
                                                                           
          La MUJER 1 y MUJER 2 traen en brazos a un cabrito que dejan      
          en frente de DIONISOS. La MUJER 1 clava la uña de su dedo        
          índice, larga y afilada, en el cuello del carnero,               
          rebanándoselo. DIONISOS se acerca y se pone debajo, bebiendo     
          de la sangre del animal. Las MUJERES ríen frenéticamente         
          contemplando la escena y cuando el dios termina de beber le      
          siguen algunas féminas.                                          
                                                                           
          DIONISOS con la boca, aún manchada de sangre besa a ÁGAVE        
          apasionadamente. ÁGAVE comienza a desnudarse, desgarrando        
          sus ropas, frenéticamente.                                       
                                                                           
          Una a una, se van sucediendo las MUJERES para besar a            
          DIONISOS, contagiándose así de esa locura.                       
                                                                           
          ................................................................ 
                                                                           
          Desde la copa de un árbol, escondido entre las ramas se          
          encuentra PENTEO observando la escena. Las MUJERES ahora         
          desnudas desgarran al cabrito y se lo comen crudo.               
                                                                         
DIONISOS muerde una de sus muñecas y se la ofrece a las          
          féminas que beben del vino que mana de sus venas y danzan        
          extasiadas.                                                      
                                                                           
          PENTEO frunce el ceño y avanza un poco sobre la rama que         
          finalmente cede y se rompe. PENTEO cae del árbol.                
                                                                           
          Inmediatamente, las MUJERES dejan de danzar y miran al árbol     
          del que ha caído el rey. PENTEO se sacude las vestimentas e      
          intenta controlar los nervios.                                   
                                                                           
          Algunas MUJERES comienzan a caminar en dirección al rey.         
          Mientras otras reanundan la melodía ritual. DIONISOS ríe a       
          carcajadas.                                                      
                                                                           
                              DIONISOS                                     
                    Oh, querido Penteo, en buen lugar                      
                    has ido a caer...ahora serán las                       
                    ellas las que te demuestren el                         
                    poder que tienen y quien manda                         
                    aquí...yo no voy a hacer nada más                      
                    que disfrutar de la escena...                          
                                                                           
          Las MUJERES cada vez están más cerca de PENTEO, encabezadas      
          por ÁGAVE.  PENTEO observa a su madre con temor y empieza a      
          dar pasos hacia atrás con cautela, hasta que finalmente el       
          tronco del árbol se lo impide.                                   
                                                                           
          Las MUJERES acorralan a PENTEO. ÁGAVE se adelanta unos           
          pasos.                                                           
                                                                           
                              ÁGAVE                                        
                    Déjarme empezar a mi...y recuperar                     
                    lo que es mío, mi sangre...                            
                                                                           
          Los ojos de PENTEO se llenan de lágrimas.                        
                                                                           
                              PENTEO                                       
                    ¡Madre!, ¡no serás capaz!                              
                                                                           
          ÁGAVE emite un alarido desgarrador y se abalanza sobre su        
          hijo mordiéndole el cuello y bebiendo de su sangre. Acto         
          seguido las demás mujeres se abalanzan sobre él y entre          
          todas lo devoran.                                                
                                                                           
          ................................................................ 
                                                                           
          DIONISOS está rodeado de serpientes. ÁGAVE  se acerca con la     
          cabeza de PENTEO coronando su tirso y se la ofrece a             
          DIONISOS.                                                        
                                                                        
ÁGAVE                                        
                    Que delicia de                                         
                    cortejo...afortunadas las que                          
                    participamos de tus dones...Toma la                    
                    cabeza de mi hijo en símbolo de                        
                    agradecimiento...                                      
                                                                           
          ÁGAVE clava el tirso con la cabeza de su hijo en la tierra.      
                                                                           
                              ÁGAVE                                        
                    Y tómame a mi como mensajera de tus                    
                    misterios...                                           
                                                                           
          DIONISOS se acerca a ella. Introduce su mano en la               
          entrepierna de la mujer, de la que empieza a brotar vino,        
          bajo la mirada cómplice del resto de MUJERES que danzan a su     
          alrededor, esperando a ser poseídas por el dios.                 
                                                                           
                              MUJERES                                      
                    ¡Evohé!, ¡Evohé!, ¡Evohé!                              
                                
 
FIN

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